VALENCIA. Desde hace años un cruel y persistente fenómeno asola nuestras almas a estas alturas del calendario: la decretada histeria navideña prematura. Apenas inundamos Halloween, los turrones y su dulce flequillo inundan el supermercado. Oropel, renos de luces y Papá Noeles de plástico empiezan a colonizar impunemente nuestras calles. Las marcas presentan abiertamente sus primeras propuestas de regalos para el 24 de diciembre. Emprender la dictadura de los lazos rojiverdes con mano de hierro.
Falta un mes para Nochebuena, pero entre las ganas precoces de poner paquetes debajo del árbol y los rigores del cambio climático que nos mantuvo en sandalias hasta anteayer, el otoño se ha convertido en una especie en peligro de extinción. Víctima del marketing, de la sociedad de eventos y de los eternos veranos de un planeta en crisis. Ante una fiesta que fomenta el consumo desenfrenado, parece que un entretiempo de castañas y bucolicismo pardusco hubiera perdido de antemano la batalla.
Siempre alerta a las injusticias, desde lugar de cultura Damos un paso adelante y voluntariamente asumimos la tarea reivindicar un noviembre con aire decididamente otoñal. Un noviembre con identidad propia. Por eso contamos con un gran puñado de expertos en otoño para contarnos en qué artilugios culturales se están refugiando esta temporada. El resultado es un inventario de creaciones para combatir la Navidad anticipada e incursionar en todos los clichés cursis de la temporada: desde su fanfarria de hojas anaranjadas, amarillas y escarlatas hasta sus deliciosos cárdigans flotando a través de sus tazas humeantes, su cielo lleno de corderos nublados, sus calabazas y la estética Dark Academia que recorre Instagram. Comenzamos nuestra cruzada por el tiempo primigenio y reconfortante. El de las ardillas, las tormentas y el Para decir adiós alegre. El otoño está vivo, la lucha continúa.
Nuria Castellote, técnica de programación de La Filmoteca
“Si bien la temporada de otoño a menudo trae estrenos teatrales muy esperados, la realidad es que está siendo enmarcada por la ola de secuelas de terror que llegan para Halloween y títulos familiares navideños. Géneros que no encajan del todo estado animico Otoñal, porque por mucho que dure el verano, siempre está ese preocupante término medio -con los resfriados que lo acompañan- y el cambio de horario. Corriendo, adormecido y “aplazado” en la noche que comienza la hora de la merienda, mi cuerpo me exige, independientemente de la temporada en que se filme, cualquier película que vaya con sofá, té y esa melancolía que nos conlleva este otoño.
Los especialistas en ello son los cineastas japoneses, que tratan las lágrimas emocionales con la ternura con que cae una hoja. Además, son muy buenos para establecer títulos. Entre los “Momiji”, finales de otoñopor Yasujiro Ozu y crisantemos tardíosde Mikio Naruse (el crisantemo es la quintaesencia de la flor de otoño). Pero toda historia de amor triste bien contada vale la pena, desde la agridulce Tu y yo (Leo McCarey1957) o dos en camino (stanley donen1967) a la desgarradora -en su contención- calle trasera (J)Sin M. Stahl1932), Los puentes de madison (Clint Eastwood, 1995) o En el estado de ánimo para el amor
(Wong Kar-wai)2000).
Además, para repetir aleatoriamente el bucle, cualquier película de kelly reichhardt, el gran cineasta estadounidense de nuestros días. Sus películas son de visita obligada, pero creo que el ritmo y el tono de su mirada van bien con la reclusión otoñal. Aunque, aparte de los estados de ánimo melancólicos, Si de verdad hablamos de otoño, nuestro otoño, el de las frías gotas que durante siglos se tragaron casas e inundaron barrancos en nuestro país, tenemos que correr al cine a verlo agua. porque con ella Elena López Riera No solo ha conseguido llegar a Cannes, sino algo mejor: acercarnos por fin a un cine valenciano que habla de lo universal de lo local. En este caso, las leyendas de las inundaciones que circulan en Orihuela de madres a hijas, de abuelas a nietas”.
Marisol Salanova, crítica de arte y comisaria
“Hay una pintura al óleo icónica en la historia del arte que se exhibe en el Louvre de París que representa todo lo que en Occidente asociamos con la temporada de otoño: L’Autunno de Giuseppe Arcimboldo (1573). Consiste en una figura de perfil masculino en tonos marrones y verdes compuesta por frutas típicas del otoño: uvas, peras, manzanas, higos, castañas y calabazas. Cuando pensamos en arte y otoño, esa es una referencia fundamental”.
Pablo Plaza + Lluís Campello, Kinestesia
Plaza de Pablo: “Domingo de compromiso largo Es Cinema d’Entretemps, el que siempre vota en un sofá en compañía de alguien a quien aprecias. Una película que evoca esa pausa que requiere un cine lento, más contemplativo, relajante pero sin perder el sueño y el buen rollo. la pelicula de Jean-Pierre Jeunet (su filmografía en general, incluyendo Alien) té aventuras y emociones, lágrimas y sueños y todo lo demás amb un caparazón de luz cálida de Capvespre que nos recuerda aquellos días en que no hay ni fred ni calor, exigiendo un cine hermoso pero sin passar-se (això ja seria hivern nadalenc)”.
Luis Campello: “Pero para mí, y para que ellos demuestren lo contrario, estoy fingiendo Oliva Kitteridge Es la mejor (mini)serie de la historia. Esta serie es puro Tardor. Té con un áurea melancólica con una Catifa de Fulles Mortes al Terra. Es una serie de Agra y Aspra con pocas concesiones, pero todo es bastante optimista y un canto a la vida, muerto yo, pasando duro e injusto. Des de l’opening fins a la música, de carter burwellel compositor mas lento del mundo respira esta serie Transiciones de una vida a otra. ¿Y qué es el tardor sino això mateix?
Begoña Lobo, redactora de Media Vaca
“No puede ser que solo se vendan libros en la feria del libro y en Navidad, hay libros para todas las estaciones, pero el otoño se presta especialmente bien para recoger la manta del sofá. Recomiendo leer poesía. Por ejemplo, poemas sin libro de Pedro Luis Ferrer, (media vaca). y acompañarla Despues de la lluvia, de Eric Satie. Otra lectura, de esas que se alargan, es una novela que no es poesía Valles verdes, colinas rojasde Ramiro Pinilla, publicado por Tusquets. Y ahora que acabamos de concluir las elecciones intermedias de EE. UU., recomiendo la serie imbatible El ala oeste de la Casa Blanca.
David Brieva y Manu Garrido, Librería Bartleby
“En defensa -firmemente- de la cultura otoñal, recomendamos una historieta, un diario, algunas reminiscencias y un ensayo.
el comediante otoñode Jon McNaught (Discapacidad). Una oda a la belleza de la transición, a la pausa y la reflexión sobre el paso del tiempo una sugerente paleta de colores de marrones, azules y naranjas que huele a nostalgia, follaje, café caliente y calabaza asada.
Con el mismo nombre -y vibra-, Otoño, de Henry David Thoreau (Godot), que recopila varios extractos de sus diarios entre los meses de septiembre y noviembre, con sutilezas como esta: «el momento en que la primera flor del cardo desciende sobre una superficie reflectante del lago en el bosque, indicando a los peces que el año está maduro».
Era el otoño de 1915 cuando Adrienne Monnier Fundó la mítica librería La Maison des Amis des Livres en París. Sus recuerdos, recopilados Rue de l’Odéon (Gallo Nerón), evocan el ambiente parisino con niebla, silbatos, gabardina y música de Erik Satie, y dar paso a toda una serie de clientes ilustres como Joyce, Rilke, Proust o Sylvia BeachFundador de Shakespeare and Company.
Por último, pero no menos importante, y como creemos firmemente que el otoño es la época más elegante del año -sólo maquillada por las desafortunadas bermudas veraniegas- te proponemos agua y jabónde marta d riezu (Anagrama); un delicioso libro fragmentario de involuntaria elegancia, lleno de interesantes referencias, momentos, costumbres y lugares sencillos, calmas muertas y pequeñas alegrías; eso no es poco”.
Álvaro de los Ángeles, crítico de arte, gestor cultural y editor en La documental
“Me encanta el otoño. Me gusta el verano, pero también me gusta cuando termina. Y por supuesto prefiero el otoño a ese absurdo período prenavideño que comienza cuando todavía estás en pantalones cortos. El otoño siempre me interesa por la vuelta al hacer, es como una toma de conciencia de calendarios, ciclos, rutinas. Un tiempo de preparación y nuevos comienzos, un tiempo en el que todo es posible.
Basado en estos conceptos de retorno y circulación, propongo el libro Poema de duraciónde pedro hanke (lúmenes). En esta pieza analiza la idea de un tiempo que no es necesariamente el medido por calendarios o relojes, sino el de la sensación de las cosas que podríais llamarlas kairós. Y creo que trae a la mesa temas que querré revivir cuando llegue el otoño.
En cuanto a los medios audiovisuales, es un buen momento para ver el cielo girade mercedes alvarez. La directora regresa a Aldealseñor, el pequeño pueblo soriano donde nació (de hecho, fue la última niña nacida allí). Habla de una “España vaciada” antes de que existiera este concepto. El documental recorre este espacio a través de diversas visitas y estaciones. Y este viaje en el tiempo me recuerda nuevamente la idea del inicio del ciclo, que para mí es el otoño. esta en la misma linea ser y tenerde Nicolás Filiberto. Un fantástico documental que habla de una escuela rural y sigue el desarrollo de los alumnos a lo largo de un curso. También creo que es un momento en el que puedes volver a ver series antiguas que ya sabes que son un lugar seguro para ti. salud o Las chicas de oro. Y con la música me pasa lo mismo, me gusta escuchar bandas que descubrí de adolescente como The Housemartins, The Smiths, Oasis…”
Andrea Moliner, escritora y crítica literaria
“Cuando llega el otoño, creo que es el momento perfecto para leer los clásicos de la literatura universal que todavía están en la lista de pendientes. Tess de los d’Urberville de Tomás Hardy Leer en estas fechas de reunión sería una buena opción. Una buena dosis de literatura victoriana nunca está de más. Cualquiera también funcionaría barbara pym o Jane Austenaunque he sustituido el café por el té (seré británica en otoño, pero no tanto).
Por otro lado, es y sigue siendo una de esas películas que siempre he asociado a esta época. Sociedad de poetas muertos por los de los primeros tiempos y cierta mirada nostálgica a aquellos maestros entregados (tenía algo parecido al Profesor Keating en Universal Literature, aunque más conservador por comparación). Pero si hay una película que es una oda absoluta al otoño, es esta. Cuando harry conoció a sally con un guion de mi amado Nora Ephron“.