Jorge Torossi, licenciado en
Recursos Humanos formado en coaching ontológico, sostiene que generar ambientes
laborales alegres y optimistas es muy beneficioso para cualquier empresa. “Cuando
me encuentro trabajadores felices, noto que existe una decisión profunda de ir
a trabajar todos los días, sin presiones ni exigencias fuera de lugar”, indicó
el licenciado.
Jorge Torossi, licenciado en
Recursos Humanos formado en coaching ontológico, sostiene que generar ambientes
laborales alegres y optimistas es muy beneficioso para cualquier empresa. “Cuando
me encuentro trabajadores felices, noto que existe una decisión profunda de ir
a trabajar todos los días, sin presiones ni exigencias fuera de lugar”, indicó
el licenciado.
Crear un ambiente de trabajo en
el que los empleados se sientan alegres y optimistas puede generarle beneficios
a cualquier empresa.
Jorge Torossi, licenciado en
Recursos Humanos formado en coaching ontológico
además de magíster en Gestión de la Educación Superior y especialista en
docencia universitaria, contó que “cuando me encuentro trabajadores felices,
noto que existe una decisión profunda de ir a trabajar todos los días, sin presiones
ni exigencias fuera de lugar. Se trata de trabajadores que desean desarrollar
sus competencias y crecer día tras día, buscando el beneficio de la empresa y
la de todos sus compañeros de trabajo”.
“La pasión, determinación y
ganas de superación son rasgos de ellos. Seguramente, es una combinación de una
política acertada por parte de la empresa, con un genuino interés en el
bienestar de su gente”, expresó el profesional.
Filósofos, poetas y novelistas
han escrito sobre la felicidad, algunos de ellos acordando que la misma es un
estado de equilibrio emocional, y no necesariamente de éxtasis o la vivencia de
momentos placenteros permanentes. Sin embargo, pocos la relacionaron con el
mundo laboral, siendo un término totalmente ajeno en algunas empresas.
“Lo cierto es que pasamos más de
la mitad de la vida en nuestros trabajos, por lo tanto, debemos hacer lo
necesario para que sea llevadero, productivo y agradable para todos los
trabajadores y empresarios que participan en la vida de una empresa”, dijo Torossi.
En la actualidad, resulta
trillada la frase “las personas son lo más importante para nosotros” o “nuestro
mejor recurso son las personas”. En tanto, del dicho al hecho existe un largo
camino, y quizás, en pocas ocasiones se llega a materializar aquello que
decimos con total liviandad. ¿Qué estamos haciendo para que el ambiente de
trabajo sea agradable? ¿Cómo estoy profundizando el nivel de sentido de
pertenencia de mis trabajadores? ¿Qué concepto tengo de satisfacción,
felicidad, permanencia, puesto de trabajo, desarrollo, entre otros?
“A esta altura, debemos
formularnos la gran pregunta: “¿Cuánto nos interesa la felicidad de nuestros trabajadores?”,
siguió el coaching ontológico.
Para el experto, “contar con
personas dentro de una empresa es cosa seria. Es necesario adentrarse en el
maravilloso mundo de la gestión de Recursos Humanos, profundizando algunos
temas útiles”.
Según el profesional, “pocas
personas saben que el término Recursos Humanos no hace referencia al
tratamiento de las personas como recursos. Por culpa de esa creencia, algunas
instituciones educativas, cursos y programas de formación han utilizado otros
términos con la intención de despegarse de ese término que pareciera ser una
ofensa para la humanidad”.
Todo lo contrario, “el término Recursos
Humanos se refiere a la gestión de los recursos que poseen las personas, los
cuales le confieren identidad y posibilidades de crecimiento”.
Estos recursos podrían
abreviarse en conocimientos, habilidades y actitudes, aunque hoy en día se
resumen en las llamadas competencias. “La gestión de Recursos Humanos, bien
entendida, es la más humana de todas las ciencias, buscando siempre el
bienestar integral de las personas”, afirmó Torossi.
¿Qué tener en cuenta
para aplicarlo en las empresas?
Uno de los puntos a considerar
es la motivación, “palabra popularizada que perdió su verdadera esencia. En
general, se la utiliza erróneamente en todos los ámbitos, especialmente, en el
mundo del deporte y las empresas”, precisó el profesional.
“La motivación se la asocia al
salario o a una charla motivacional, con la esperanza de que la o las personas
modifiquen y sostengan comportamientos por un aumento de sueldo o una frase
motivadora. La remuneración es más bien una forma de incentivación, la cual es
externa. Tiene que estar, pero no será la generadora de la felicidad que
buscamos en el trabajo. La felicidad tiene que ver con hacer lo que me gusta,
sosteniéndolo en el tiempo ya que puedo crecer y generar un bien hacia otros”,
siguió.
Asistir libremente al trabajo,
comprometerme con la tarea que realizo, tomar la iniciativa frente a las cosas
que haya que cambiar, brindar ideas espontáneamente, vincularse con todos por
igual, son algunos ejemplos de personas que están siendo felices en su ambiente
de trabajo.
No obstante, Torossi advirtió
que “esta actitud no viene exigida por un superior, sino que es el propio
trabajador que decide hacerlo libremente ya que encuentra su propio desarrollo
en lo que está haciendo. Una vez que
corroboremos que el sueldo sea digno (incentivación extrínseca), recién allí
podemos comenzar a hablar de motivación intrínseca”.
Desde su lado, el trabajador
también deberá repensar su carrera laboral hasta llegar a encontrar el trabajo
y empresa que satisfaga sus expectativas. “Hay que hacerse cargo de las
decisiones que se toman y actuar en consecuencia. La adecuación es mutua, y no
sólo deber de la empresa hacer cambios. Necesitamos de personas que realmente
piensen en un espacio de crecimiento, con intenciones sanas frente a sus pares
y superiores”, añadió.
“Todos, empresarios y
trabajadores, deben dar cuenta del deseo de una empresa que busca la felicidad,
de lo contrario, quedará en intervenciones esporádicas con gusto a mágico y
poco sincero”.
“El segundo término que
deberíamos incorporara la gestión de Recursos Humanos en cualquier comercio,
empresa, negocio o industria, es el de las 24 horas -añadió Torossi-. No
es suficiente ocuparse netamente de aspectos laborales, por ejemplo, cómo se siente
el trabajador. Es necesario ir más allá, conocer cómo está su familia, cómo es
su descanso y alimentación, cuáles son sus vínculos, qué proyectos tiene por
delante, etc. Todo forma parte de la vida de la persona, influyendo
directamente en cómo se desenvuelve en la empresa”.
“Esta nueva visión implica un
involucramiento sincero y no utilitarista, con espacios de reflexión y
encuentros personales y grupales. Tanto el ámbito personal como el laboral se
complementan e influyen el uno al otro”, aseveró.
Entonces, “resulta necesario que
empresarios, trabajadores y todos los actores involucrados realicen los ajustes
necesarios para la generación de espacios de expansión y crecimiento personal. La
felicidad en el trabajo será un tema crucial en los próximos años. Ojalá que todos
tomemos conciencia de esto y actuemos cuanto antes”, concluyó Torossi.
Crear un ambiente de trabajo en
el que los empleados se sientan alegres y optimistas puede generarle beneficios
a cualquier empresa.
Jorge Torossi, licenciado en
Recursos Humanos formado en coaching ontológico
además de magíster en Gestión de la Educación Superior y especialista en
docencia universitaria, contó que “cuando me encuentro trabajadores felices,
noto que existe una decisión profunda de ir a trabajar todos los días, sin presiones
ni exigencias fuera de lugar. Se trata de trabajadores que desean desarrollar
sus competencias y crecer día tras día, buscando el beneficio de la empresa y
la de todos sus compañeros de trabajo”.
“La pasión, determinación y
ganas de superación son rasgos de ellos. Seguramente, es una combinación de una
política acertada por parte de la empresa, con un genuino interés en el
bienestar de su gente”, expresó el profesional.
Filósofos, poetas y novelistas
han escrito sobre la felicidad, algunos de ellos acordando que la misma es un
estado de equilibrio emocional, y no necesariamente de éxtasis o la vivencia de
momentos placenteros permanentes. Sin embargo, pocos la relacionaron con el
mundo laboral, siendo un término totalmente ajeno en algunas empresas.
“Lo cierto es que pasamos más de
la mitad de la vida en nuestros trabajos, por lo tanto, debemos hacer lo
necesario para que sea llevadero, productivo y agradable para todos los
trabajadores y empresarios que participan en la vida de una empresa”, dijo Torossi.
En la actualidad, resulta
trillada la frase “las personas son lo más importante para nosotros” o “nuestro
mejor recurso son las personas”. En tanto, del dicho al hecho existe un largo
camino, y quizás, en pocas ocasiones se llega a materializar aquello que
decimos con total liviandad. ¿Qué estamos haciendo para que el ambiente de
trabajo sea agradable? ¿Cómo estoy profundizando el nivel de sentido de
pertenencia de mis trabajadores? ¿Qué concepto tengo de satisfacción,
felicidad, permanencia, puesto de trabajo, desarrollo, entre otros?
“A esta altura, debemos
formularnos la gran pregunta: “¿Cuánto nos interesa la felicidad de nuestros trabajadores?”,
siguió el coaching ontológico.
Para el experto, “contar con
personas dentro de una empresa es cosa seria. Es necesario adentrarse en el
maravilloso mundo de la gestión de Recursos Humanos, profundizando algunos
temas útiles”.
Según el profesional, “pocas
personas saben que el término Recursos Humanos no hace referencia al
tratamiento de las personas como recursos. Por culpa de esa creencia, algunas
instituciones educativas, cursos y programas de formación han utilizado otros
términos con la intención de despegarse de ese término que pareciera ser una
ofensa para la humanidad”.
Todo lo contrario, “el término Recursos
Humanos se refiere a la gestión de los recursos que poseen las personas, los
cuales le confieren identidad y posibilidades de crecimiento”.
Estos recursos podrían
abreviarse en conocimientos, habilidades y actitudes, aunque hoy en día se
resumen en las llamadas competencias. “La gestión de Recursos Humanos, bien
entendida, es la más humana de todas las ciencias, buscando siempre el
bienestar integral de las personas”, afirmó Torossi.
¿Qué tener en cuenta
para aplicarlo en las empresas?
Uno de los puntos a considerar
es la motivación, “palabra popularizada que perdió su verdadera esencia. En
general, se la utiliza erróneamente en todos los ámbitos, especialmente, en el
mundo del deporte y las empresas”, precisó el profesional.
“La motivación se la asocia al
salario o a una charla motivacional, con la esperanza de que la o las personas
modifiquen y sostengan comportamientos por un aumento de sueldo o una frase
motivadora. La remuneración es más bien una forma de incentivación, la cual es
externa. Tiene que estar, pero no será la generadora de la felicidad que
buscamos en el trabajo. La felicidad tiene que ver con hacer lo que me gusta,
sosteniéndolo en el tiempo ya que puedo crecer y generar un bien hacia otros”,
siguió.
Asistir libremente al trabajo,
comprometerme con la tarea que realizo, tomar la iniciativa frente a las cosas
que haya que cambiar, brindar ideas espontáneamente, vincularse con todos por
igual, son algunos ejemplos de personas que están siendo felices en su ambiente
de trabajo.
No obstante, Torossi advirtió
que “esta actitud no viene exigida por un superior, sino que es el propio
trabajador que decide hacerlo libremente ya que encuentra su propio desarrollo
en lo que está haciendo. Una vez que
corroboremos que el sueldo sea digno (incentivación extrínseca), recién allí
podemos comenzar a hablar de motivación intrínseca”.
Desde su lado, el trabajador
también deberá repensar su carrera laboral hasta llegar a encontrar el trabajo
y empresa que satisfaga sus expectativas. “Hay que hacerse cargo de las
decisiones que se toman y actuar en consecuencia. La adecuación es mutua, y no
sólo deber de la empresa hacer cambios. Necesitamos de personas que realmente
piensen en un espacio de crecimiento, con intenciones sanas frente a sus pares
y superiores”, añadió.
“Todos, empresarios y
trabajadores, deben dar cuenta del deseo de una empresa que busca la felicidad,
de lo contrario, quedará en intervenciones esporádicas con gusto a mágico y
poco sincero”.
“El segundo término que
deberíamos incorporara la gestión de Recursos Humanos en cualquier comercio,
empresa, negocio o industria, es el de las 24 horas -añadió Torossi-. No
es suficiente ocuparse netamente de aspectos laborales, por ejemplo, cómo se siente
el trabajador. Es necesario ir más allá, conocer cómo está su familia, cómo es
su descanso y alimentación, cuáles son sus vínculos, qué proyectos tiene por
delante, etc. Todo forma parte de la vida de la persona, influyendo
directamente en cómo se desenvuelve en la empresa”.
“Esta nueva visión implica un
involucramiento sincero y no utilitarista, con espacios de reflexión y
encuentros personales y grupales. Tanto el ámbito personal como el laboral se
complementan e influyen el uno al otro”, aseveró.
Entonces, “resulta necesario que
empresarios, trabajadores y todos los actores involucrados realicen los ajustes
necesarios para la generación de espacios de expansión y crecimiento personal. La
felicidad en el trabajo será un tema crucial en los próximos años. Ojalá que todos
tomemos conciencia de esto y actuemos cuanto antes”, concluyó Torossi.