Esta última semana ha sido de esas emociones intensas para los amantes del buen fútbol y en especial para los aficionados del Danubio. En los últimos siete días Conde Esteban “Coco”. (39) y Ignacio “Nacho” González (40) juega sus últimos partidos con la raya en el pecho y como futbolista profesional.
Son dos hombres experimentados con trayectoria internacional en la selección uruguaya que supieron salir campeones más de una vez. Paradójicamente, ambos abandonarán los campos esta tarde (19.30 horas en el Gran Parque Central) para jugar en La Franja, pero lo harán donde también supieron llamar a casa en el Tricolores.
Para el cancerbero y el ’10’, la decisión de que este era su último año estaba tomada desde hace tiempo. Ambos intentaron mantener su intimidad por distintos motivos, pero sabían que llegaría el momento de anunciar que colgaban las botas.
Muchas cosas jugaron un papel para Coco Conde: “Es una decisión que ha tardado mucho en llegar y que tomé hace mucho tiempo. Sucede que traté de mantenerlo lo más tranquilo posible para no crear ningún tipo de malestar en nadie y también un poco para evitar que se genere cierta excitación en los compañeros que empiezan a preguntar y llevar el foco a lo que estamos haciendo, ” él explicó.

Conde afirmó que se sentía mal jugando en Atenas de San Carlos y decidió que dejaría el fútbol antes de “dejar de servir”.
“Surgió la oportunidad de ir al Danubio, que por supuesto me conmovió mucho y me refrescó en muchos sentidos. He estado trabajando mucho internamente para estar presente y concentrada en lo que estoy haciendo. Me hizo muy bien compartir estos buenos momentos con los compañeros de Danubio y lograr lo que tenía planeado, que era volver al equipo, aportar y volver a Primera División y terminar mi carrera en esta categoría”, subrayó.
Nacho González nunca pensó que cumpliría cuatro décadas y seguiría jugando profesionalmente, en su mente se habría retirado muchos años antes, pero sucedió. A principios de 2022 se planteó seriamente tomar la decisión: Danubio había regresado a Primera División y le dolían las rodillas de jugar en el césped artificial del Charrúa. Jorge Fossati Le animó a seguir y le administró un tratamiento que le ayudó a sentirse bien y jugar un año más para dejar al equipo estabilizado en Primera División.

Cuando se alcanzó la meta, anunció su decisión: “Ya está, fue mucho y tengo 40 años. Me siento bien físicamente y al mismo tiempo llevo muchos años en el fútbol. Creo que mentalmente estoy bastante cansado y feliz con mi carrera, así que quiero hacer algo diferente y renunciar. Para ser futbolista profesional hay que estar bien física y mentalmente, ser fuerte y yo ya estoy al límite, así que creo que es un buen momento para terminar”, dijo González.
Sin embargo, admite que este año terminó mejor que el anterior y que pudo disfrutar mucho más: “Fue muy lindo volver a encontrarme con la gente del Danubio, disfruté jugando en Jardines”.
Al referirse a la emotiva y espontánea despedida del pasado domingo, luego de que el equipo venciera 3-0 a Albion y los jugadores dedicaran unas palabras por megafonía a la afición, González dijo: “En Jardines el final fue bueno para todos. Por supuesto que me hubiera gustado jugar. No me gusto mucho pero bueno estas son cosas que pasan, me arrepiento de haber sido expulsado del juego de Defensor. Muchas cosas pasaron por mi mente cuando vi a los Rojos como faltando ese juego era uno y por eso reaccioné como lo hice, pido disculpas por si acaso pero he tenido muchos juegos en este año Jardines, aunque lo haría me hubiera gustado haber marcado más goles”. Y consideró que puede haber otro caso, aunque aún no definido, en el que la afición del Danubio pueda despedir a sus ídolos por otras vías.
El Coco destacó la espontaneidad de la celebración, que se llevó a cabo en la Plaza Danubio: “Fue muy emotivo y también inesperado. No estaba planeado, dependía de los compañeros y me encantó que saliera mejor que si lo juntáramos. Fue muy espontáneo, natural y verdadero. También los intercambios que tuvimos ahí con los fans, las conversaciones por los altoparlantes y la gente que nos da mucho cariño a cambio es algo que agradecemos mucho en este momento porque es único”.

el ultimo juego
Aunque ambos jugadores entran Danubio y se identifican mucho con el club, este día será un partido de despedida en el césped de un equipo en el que también jugaron.
“Estuve tres años en Nacional, así que amo al club y a mucha gente que me ha tratado de maravilla. Tengo muchos amigos allí, funcionarios, empleados, directivos y compañeros con los que he compartido buenos y malos momentos”, confesó González.
Y agregó: “Tiene un significado especial, en esta cancha he jugado muchos partidos de mi carrera, muchos buenos partidos y tiene un sabor especial. Me hubiera gustado pelear con ellos por el campeonato, pero al mismo tiempo estás un poco más relajado porque el público cada vez está más tranquilo en ese sentido. Al mismo tiempo se lleva a cabo en un estadio tan histórico y con tanto misticismo”.
Para Conde, es casi el final de una película que marca el final de su carrera: “Tiene un sabor especial. Cuando estaba pensando en este retiro ni siquiera había una línea de tiempo para esta temporada, pero si me dices en qué condiciones o con qué juego y para mí es increíble, parece un guión contra el que jugar Central Park. Nacional y se clasificó para la copa. Es un lindo juego para terminar la carrera porque hay dos equipos involucrados en mi vida futbolística”, dijo.
¿Y después de eso?
Conde tiene muy claro por dónde irá tras colgar las botas: será el director técnico y ya ha formado a su cuerpo técnico. Después de retirarse, será “un entrenador más”, dijo.
“La idea es jugar el último partido y terminar la temporada como futbolista; luego pasas al rol de entrenador y en cuanto se forma el cuerpo técnico estás listo para cualquier desafío que se presente”, explicó.
Yo estaba en el cuerpo técnico primero Sebastián “Papelito” Fernándezpero el delantero no va a colgar las botas todavía, por lo que Conde eligió al argentino Alejandro Protti, preparador de porteros del Atlético Rafaela, y a Marcelo Medeiros, con quienes trabajará en el campo técnico para darle una vuelta de tuerca a sus dirigentes y explorar la posibilidad de sumar nuevas herramientas para las emociones de los futbolistas.

Las cosas no están claras para González y aunque muchos quieren verlo en un papel diferente en Danubio, señaló: “La idea es terminar el partido el domingo y descansar un rato, el verano y esas cosas, y pensar en lo que lo haré Todavía no lo tengo claro ni bien definido, entiendo que tendrá algo que ver con el fútbol. Hay muchas cosas que hacer y he tomado muchos cursos, así que todavía no lo tengo claro”.
Hoy será el último baile de los grandes ídolos alineados como futbolistas profesionales. Sin embargo, una cosa está clara: no será la última vez que los veamos en el mundo del fútbol.
MÁS
El regreso y momento grupal de Danubio
Es una “oración banal”, dice Nacho, pero eso no quiere decir que sea verdad. Esta temporada, Danubio encontró unidad en el grupo y, en muchos momentos, el aporte de futbolistas experimentados como Esteban Conde, Sergio Rodríguez, Ribair Rodríguez, Sebastián Fernández y Leandro Sosa, así como del cuerpo técnico que ayudó a consolidar al equipo. Graf llama a esto una “sinergia” dada a los internos del plantel que les permitió estar todos unidos.