La adrenalina se desbordó desde el primer momento que los más de tres mil jugadores se enteraron de la fecha en la cual habría de jugarse el Nacional de Maxibaloncesto 2022. Dentro de la cancha hay pasión, alegría, encestes extraordinarios, todo jugando bajo el lazo de la hermandad.
Edgardo Avendaño, tiene 65 años de edad, llegó a Tampico con la ilusión de vivir la fiesta del Maxibaloncesto, tal y como lo hacía desde su juventud, rodeado de buenos amigos.
Mientras se abrocha las agujetas de sus tenis, comenta que lo primero es dar gracias a Dios “por permitirnos seguir jugando a esta edad, de tener un bono extra como es este; luego la convivencia que hay entre la gente que nos congregamos aquí para estar en este torneo, y bueno, también el gusto de ver a amigos de muchos años, ya la cuestión de la competencia pasa a un segundo término. Lo más importante creo, es estar aquí presentes, disfrutar el momento y saludar a los amigos, darles un abrazo, sobre todo cuando estamos saliendo de una pandemia”.
Señala que todo en la vida es un aprendizaje “creo que nunca acabamos de aprender de lo que realmente es la vida, y todo ese tipo de situaciones que aparentemente son negativas, siempre dejan algo positivo y creo que parte de ello es esto”.
Vicente Gallegos, estira bien sus músculos pues calienta lo necesario para no sufrir lesiones durante el encuentro, se apoya en una pared; tiene 69 años y desde los 12 practica el llamado deporte ráfaga. Resalta que tener un torneo como es Maxibaloncesto, es una motivación para seguir haciendo deporte. “Siempre me entusiasma jugar pues es parte de mi vida”.
Dice que su familia lo apoya y más su esposa pues lo anima diciéndole “ya vete a jugar, para qué te quiero aquí”. Es de la Ciudad de México y afirma que Tampico les ha arropado bien “lástima del clima que nos tocó ahora pero fuimos al centro, es muy bonito, la gente es muy amable, el torneo está muy bien organizado, me ha parecido un gran torneo”.
Julián Murillo, está próximos cumplir 54 años de edad, es contador público, trabaja para una compañía en Monterrey pero es oriundo de Reynosa; para venir a Tampico pidió vacaciones pues no quería perder la oportunidad de vivir las emociones del deporte ráfaga nacional.
Esta es la segunda vez que participa en el Torneo Maxibaloncesto, juega para el equipo Legendarios, integrado por amigos que desde la secundaria han venido jugando por el placer que da el basquetbol. “En lo personal, es una oportunidad de seguir participando en un buen nivel competitivo, aunque ya sean categorías mayores, pues nunca perdemos esa pasión de seguir haciendo lo que nos gusta que es jugar basquetbol”.
Cuando se enteró del torneo, se preparó para llegar con la mejor condición física posible para ayudar a sus compañeros. “Siempre es emocionante saber que vamos a venir a este torneo, ahorita ya estamos pensado en el del próximo año y ojalá podamos regresar en mejor forma”.
De sus compañeros de equipo resaltó que “en algún momento jugué tanto con gente que son de Reynosa, como de Matamoros en diversas etapas desde la secundaria, preparatoria, nacionales juveniles. A muchos de mis compañeros ya los veo como mi familia, como mis hermanos”.
En cuanto a la organización del torneo, señaló que Nexum hizo un gran papel al respaldar una gran competencia “creo que este es un gran ejemplo para otros torneos a los que hemos ido y que la organización ha sido tan buena y ha sido un gran ejemplo de lo que se debe hacer para que brille, roles, horarios, hospedaje, las sedes. Tuvimos la oportunidad de recorrer distintos gimnasios y me parece muy bien”, culminó.
VLSS