Por muy romántica y ficticia que pareciera la relación de Shakira y Piqué, sus incompatibilidades los llevaron en una dirección: la ruptura.
Incluso cuando se amaban, porque se amaban, y quizás se aman, las relaciones entre dos acuarianos suelen terminar en un profundo distanciamiento, sin dolor ni gloria.
La astrología podría haber vaticinado este final desde junio de 2010, cuando se conocieron y enamoraron en la temporada de Cáncer. También en marzo de 2011, cuando la cantante hizo público su amor durante la estela sideral de Piscis.
Pero lo más rudo no es que tanto Shakira como Piqué sean del signo Acuario, sino que nacieron en la misma fecha con 10 años de diferencia: ella el 2 de febrero de 1977 y él el 2 de febrero de 1987.
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El carácter de Acuario en las relaciones.
Acuario es un signo de carácter independiente. Disfruta tanto de su soledad y libertad que le cuesta mucho enamorarse y cuando se enamora prefiere las relaciones libres y espontáneas, porque en el fondo le aterra comprometerse.
Suele idealizar a su pareja de tal manera que cuando la realidad le da en la cara queda devastado, pero es un sentimiento que dura poco, pues odia los dramas, según el Horóscopo Negro.
Tampoco le gustan las imposiciones, aunque siempre escuchará y respetará otras opiniones. Pero nunca participará en juegos de desgaste, manipulación o chantaje, porque simplemente lo aburren.
La desventaja del signo de Acuario es que puede terminar una relación en un abrir y cerrar de ojos. Basta con que se desencante de la pareja, sienta que pierde la libertad o no le parezca significativo permanecer juntos.
Acuario no combate causas que considera perdidas. Tampoco dramatiza e incluso prefiere conservar la amistad que lo unía a su pareja.
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Shakira y Piqué: Una relación de “agua” marcada por la separación
El elemento agua marcó la relación entre Shakira y Piqué con un estigma de intensidad y emotividad. Aspectos que mantendrían al límite su carácter pragmático y vulnerable ante las pasiones desatadas.
Esto significa que Shakira y Piqué pueden ser muy buenos amigos y la atracción sexual entre ellos enciende chispas en la nieve. Pero su propensión al desapego podría abrir brechas insalvables entre ellos.
Además, al estar inmersos en una relación marcada por el elemento agua, es muy probable que por pasar mucho tiempo juntos, los remolinos emocionales acaben desgastando el amor.
¿Reconciliación? Es posible e incluso probable, pero su relación nunca tendrá un “felices para siempre”, al menos desde el punto de vista astrológico.
(YO)
