El llamado síndrome del “Burnout” se refiere únicamente al agotamiento derivado del desempeño laboral. Este término empezó a utilizarse a partir de 1977 por Maslach ante una convención de la Asociación Americana de Psicólogos, en la que conceptualizó el síndrome como el desgaste profesional.
De acuerdo a estudios diversos, el síndrome de “Burnout” sería “la respuesta extrema al estrés crónico originado en el contexto laboral y tendría repercusiones de índole individual, pero también afectaría a aspectos organizacionales y sociales”.
Principales consecuencias del Burnout:
En el estudio ‘El Síndrome de Burnout. Evolución Conceptual y Estado Actual de la Cuestión‘, se concluye que la mayoría de las consecuencias del Burnout son de carácter emocional. El síndrome de burnout se caracteriza por:
- Agotamiento emocional, fatiga y depresión.
- Relación de los síntomas con la actividad laboral.
- Predominancia de estos síntomas en los ámbitos mentales y conductuales sobre el cansancio físico.
- Aparición de los síntomas en personas normales sin antecedentes “psicopatológicos”.
- Ineficiencia y pobre desempeño en el trabajo.
En un estudio de la UNAM sobre el Burnout, se indica que este síndrome descrito se refiere exclusivamente a la actitud en el desempeño laboral y debe diferenciarse de la depresión clínica, por tener manifestaciones y efectos distintos.
Algunos estudios indican que este síntoma de agotamiento laboral no solamente puede afectar a personas con un alto perfil profesional o a celebridades, sino a cualquier persona con exceso de trabajo, incluso a amas de casa.
Afectaciones en el aprendizaje y conocimiento:
- Alteraciones en la habilidad para aprender y pensar
- Disminución de la motivación para aprender
- Incapacidad para el pensamiento complejo
- Insuficiencia para la aplicación del conocimiento
En todos los casos, las personas se sienten agotadas física y emocionalmente, con cansancio, depresión y sin energía. La frustración con el trabajo crece y eso los hace distanciarse de otras personas, son apáticos, pierden creatividad y capacidad de concentración.
Otros síntomas relacionados al burnout:
- Irritabilidad
- Sensación de no encajar
- Aislamiento
- Tristeza
- Alternaciones neurocognitivas
- Dudas sobre la capacidad profesional
- Cambios de hábitos alimenticios
- Fatiga mental y física
- Alteraciones neurocognitivas
La Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud de México dice que el síndrome del burnout “se caracteriza por ineficiencia laboral, fatiga e indiferencia; se ha observado con mayor frecuencia en personas entre los 30 y 40 años”.
La dependencia agrega que el tratamiento para este síndrome consiste en disminuir la carga laboral, realizar actividades de esparcimiento con familiares y amigos, además de realizar actividad física.
Acciones para prevenir el burnout:
- Reducir cargas de trabajo
- Mejorar y cambiar hábitos de salud y alimentación
- Promover liderazgo participativo, empático y profesional
- Mejorar la comunicación entre el personal y las distintas áreas
- Favorecer un ambiente estimulante de apoyo a trabajadores/as con liderazgo justo y un ambiente social positivo
- Fomentar el apoyo social
- Promover la igualdad de género en el trabajo
- Involucrar a todo el personal en la transformación institucional.
Estudios indican que un estilo de vida lleno de estrés puede someter a las personas a niveles extremos de presión, al punto de sentirse exhaustos, vacíos, desgastados e incapaces de mantenerse al día con sus tareas y obligaciones.
El estrés laboral también puede desencadenar en deterioro físico y mental. Normalmente, las personas se sienten “explotadas” en su trabajo y eso se desencadena incluso en conflictos con compañeros o fuera del ámbito laboral.
Finalmente, los especialistas indican que el burnout tiene síntomas muy parecidos a la depresión, pero no debe confundirse con ella. Por ello, es importante no auto-diagnosticarse y acudir a buscar ayuda de un profesional.