Lo simple es decir que era una muestra de nada, que ni siquiera había un técnico en la casa, que solo había quienes querían romper sus vacaciones y la muestra en la llamada no era representativa.
Es posible que mucho sea cierto, pero también es cierto que si lo esperado, una renovación tras el estrepitoso fracaso de la eliminación del Mundial de Qatar, esta plantilla joven y sin árbitros de la selección colombiana era una oportunidad perfecta. Para realizar un censo y tener certeza de qué puede servir el proceso que llevará el nuevo seleccionador nacional Néstor Lorenzo en aproximadamente un mes.
Por eso vale la pena repasar los resultados más allá del resultado, un 1-0 que fue de más a menos en el Murcia español ante un rival francamente flojo como Arabia Saudí. Sí, se esperaba más de Luis Suárez, Juan Camilo Hernández, Helibelton Palacios u Óscar Estupiñán, aunque alguno tuvo menos tiempo sobre el césped. Puedes ver las diferencias entre la factura de lanzamiento y esta, que era un laboratorio de pruebas, pero eso no es decepcionante porque ya se sabía. Vale la pena considerar estos tres detalles:
1. Borre interpreta a Borre
En la escala de sacrificios, es difícil que alguien destrone a Rafael Santos Borré en Colombia: lo usaron de mediocampista, de lateral derecho, de volante… intentaron de todo para no darle el lugar que se merece, que es un puntos de referencia de rango. Con su gol ante Arabia Saudita a los 8 minutos de la asistencia de Atuesta, quedó claro que no siempre merece ser expulsado de donde ha marcado la diferencia a lo largo de su carrera solo para dejar espacio para hacer el “capricho” del DT de turno. Si hay una posición en la que es mortal, jugará el número 9. No más intentos.
2. Revisa a los adolescentes
Cierto es que los primeros 40 minutos del amistoso ante Arabia Saudí salvaron todo lo demás y hubo fichas básicas que, en base a contactos internacionales, rendimiento y edad, tomaron su opción y deberían estar en lista de reserva. Cuesta, Lucumí (al fin y al cabo jugaba) y Dávinson cedieron -todavía es muy joven- pero no les exigieron mucho. Ellos son los chicos con proyección:
– Eduard Atuesta tiene solo 24 años, pero en los últimos dos años su valor se ha disparado a 5,5 millones de euros cuando pasó de LA FC a la MLS en Palmeiras, Brasil, donde sus 29 partidos hablan de su importancia. Fue un gran compañero de Borré, suplente y refuerzo de Suárez en su rol de lateral derecho.
-Jhon Arias también tiene solo 24 años y tiene el toque de un club como el Fluminense. Su velocidad y habilidad para el pase lo convirtieron en una excelente opción para sorprender en España, ya sea en la banda o como centrocampista. ¿El problema? Juega en la posición de Luis Díaz y Luis Sinisterra… la cola es larga.
-La experiencia de Steven Alzate en la Premier League lo distingue de otros en su posición. A sus 23 años ya estaba en el radar de Queiroz y Rueda, pero sin convencer. Su lunar pronto se derretirá físicamente.
3. El mediocampo ocupado no siempre es defensivo
Una prueba interesante que hizo Cárdenas, probablemente con el apoyo de Amaranto Perea, futuro ayudante de Néstor Lorenzo, fue un mediocampo muy movido ante los árabes. La clave de esto es la calidad de los intérpretes y ahí sí hay lecciones a tener en cuenta: Álvarez Balanta era un jefe de área muy complaciente en un puesto como el de Barrios que tiene pocas alternativas; Tiene 29 años por lo que su pronóstico es indudable y además viene de campeones de Europa, sí en Bélgica con el Brujas pero sigue siendo Europa; Pero además de la posición en la que más se desempeña en su club, la clave fue la clave del buen pie y precisión de los dos compañeros, Atuesta y Alzate, siempre al frente en busca de Arias, Borré, Were y Suárez. y adquisición de un sector en el que no sólo se genera sino que se desactiva el sector de generación del competidor. Como idea estuvo muy bien. Desde allí puedes atacar fácilmente en septiembre.