Primero con ‘Cazafantasmas’ y luego con las entregas más recientes de Thor hemos visto a Chris Hemsworth tender cada vez más hacia su lado cómico con su parte de burlarse de sí mismo con complicidad. Es lo que más ha sido aplaudido con diferencia, por encima de su pura apuesta por la acción (‘Tyler Rake’) o sus puntuales -e infravaloradas- vueltas para hacer personajes extraños e inquietantes (‘Bad times at the Royale’, la reciente ‘Spider- cabeza’).
No estamos hablando del actor con el rango más alto del mundo, pero eso no significa que no haya buenas oportunidades en las que aprovechar tanto su presencia física como para subvertirla. Algo así quería intentar en uno de sus fracasos más sonados que, al mismo tiempo, es uno de sus intentos más loables por salir de su zona de confort e intentar rescatar un thriller de clase media cada vez más amenazado. Hablamos de ‘Blackhat: Amenaza en la red’, una película fenomenal disponible en Netflix.
cazar en la red
Una película fenomenal que, eso sí, fue bastante incomprendida, lo que unido a un momento muy desfavorable para su estreno -en Estados Unidos se topó con la peor tormenta en años- y una crítica que no tenía muy claro que acababa de ser planta. No es que sea inusual en la carrera de Michael Mann toparse con el malentendido al principio para luego ganar culto con el tiempo. Todavía no ha pasado del todo con ‘Blackhat: Amenaza en la red’ pero es cuestión de tiempo, como con su ‘Miami Vice’.
Aquí, Hemsworth interpreta a un musculoso experto en tecnología y ciberdelincuente, un anticipo de su personaje en “Spiderhead”, que es la única solución para que el FBI y los gobiernos estadounidense y chino frenen la amenaza de un misterioso hacker. Tras un notable acto terrorista cometido a distancia, con claros indicios de hacking, las autoridades internacionales se ven obligadas a recurrir a todo para neutralizar la amenaza.
Mann, de nuevo, hace uno de sus minuciosos y ultraespecíficos ejercicios que intenta introducirnos en un mundo tan complejo como el del ciberterrorismo -con más o menos acierto, con el que seguro que muchos expertos tendrán problemas, pero está claro que él lo sabe hacer intrigante-.
‘Blackhat: Amenaza en la red’: borrosa pero fascinante
También cae en varios de sus vicios que hacen que sus películas algo más sensorial y menos claro a nivel argumental. Sus películas se han convertido desde hace un tiempo en nebulosos ejercicios de intriga que buscan más interrogar los estados de ánimo de sus personajes que ofrecer una trama bien picada y expuesta con pelos y signos.
Pero funciona, porque precisamente consigue transmitir como pocos la urgencia y tensión que viven protagonistas como este, tan canónicos dentro de su obra, y los peligrosos submundos en los que se introducen. Hemsworth es una elección inusual para este papel, así como un actor notablemente menos talentoso que los otros protagonistas de Mann. Pero consigue estar a la altura del reto que se le plantea, dotando a la película de solidez y jugando con la contención emocional a la que suelen someterse estos personajes.
Es a todas luces una película que se sale de su zona de confort y una elección poco convencional, a pesar de que a priori parecía un claro ejercicio de protagonismo de un thriller de presupuesto medio-casi alto como siempre se ha hecho. Pero Hemsworth consigue sacar lo mejor de sí mismo a las órdenes de Mann, que no otra pelicula que solo gana en virtudes y aprecio con el tiempo y los visionados. Vamos, lo habitual en él.
